Lo que los economistas no pueden explicar...

Nos encontramos en un momento en el cual la credibilidad en las instituciones anda por el suelo. Las encuestas recientes en Colombia, muestran que los niveles de pesimismo, han venido aumentando sistemáticamente en las últimas encuestas. Hay una percepción creciente, acerca de la incapacidad del sistema democrático, para responder a las expectativas de la gente. Esto ha aumentado los niveles de desconfianza, apatía y cinismo, que hoy ya son muy altos en la sociedad. ¿Qué está pasando? ¿Cómo explicar estas tendencias?

Cuando el entorno está tan enrarecido, y las dinámicas que afectan la confianza de la gente en las instituciones del Estado, vienen creciendo diariamente, vale la pena analizar la pertinencia  de las aproximaciones tradicionales para enfrentar los problemas de nuestra sociedad.

Los asombrosos cambios tecnológicos del 2016

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En los blogs que he escrito en las últimas semanas, me he referido  a las mega tendencias de la Globalización y el Cambio Climático. La importancia de estas tendencias, es que muestran unos cambios estructurales que pueden tener un inmenso impacto en el mundo.

Estos cambios se están dando en un contexto de gran turbulencia política en Europa y los Estados Unidos, con grandes repercusiones a nivel internacional. Estas tendencias se están produciendo, a pesar de su negación por parte de populistas como Trump, Le Pen, etc., quienes quieren  desconocer la realidad, los datos, los hechos y la evidencia científica.

Construir vías es más importante que construir conocimiento

La Ciencia, la Tecnología y la Innovación -(CTeI)-son tres  palabras que están detrás de los grandes cambios que estamos experimentando en este siglo. Difícilmente se puede encontrar algo a nuestro alrededor que no nos recuerden su impacto en nuestras vidas. Y detrás de ellas, hay una inmensa apuesta por el uso del talento humano como el verdadero motor del desarrollo.

El comentario anterior se vuelve cada vez más relevante a la luz de los acontecimientos políticos y económicos de los últimos años.

El efecto "viral" y el espejito de la bruja

Algo extraño sucedió con mi blog de la semana pasada titulado "El efecto Odebreacht". Con más de 12.000 lectores en diferentes partes del mundo, en una sola semana sobrepasó por un factor de 10, el promedio de personas que leen un artículo mío en este medio en un mes. Hago la aclaración que el 70% de mis lectores son de Colombia, y el resto están en los Estados Unidos y Europa, siendo Facebook el medio más utilizado en su difusión. ¿Qué pasó?

Cerrado en principio el eterno tema de las FARC, que ha mantenido secuestrada la agenda nacional por tanto tiempo, el escándalo de Odebreacht finalmente está sirviendo como catalizador  para que la sociedad colombiana se mire a sí misma. Y como la Bruja, en el cuento de Blanca Nieves, busque una respuesta: " espejito, espejito, dime la verdad". Las FARC y otros grupos similares, por décadas, habían servido convenientemente para evitar confrontar otros muchos retos urgentes que tenemos como sociedad, entre ellos el de la corrupción.